sábado, 31 de enero de 2015

Human

"No eres lo bastante importante para nadie" las palabras atravesaban su corazón cada vez que se las repetía mientras sentía el calor del metal en su muñeca. De algún modo, sabía que tenía razón. Esas palabras definían como se sentía, su vida, la realidad... 
No, a nadie le importaba. ¿Que más daba? ¿Realmente alguien sabía que pasaba por su vida? ¿por su mente? Si ella desapareciera la vida de los demás seguirían su curso... seguirían fluyendo sin ningún cambio. Sin ninguno llanto ni dolor al descubrir que se había ido para siempre. Nadie notaría su ausencia si ella dejaba de asistir, eso lo tenía claro. 
Suspiró y dejo caer el metal al suelo, el cual hizo un sonido suave. Se sentía bien, viva cuando lo hacía. Hacia tiempo que había dejado de hacerlo y había olvidado por completo como se sentía. Se sentía... bien. El metal arañando su piel la hacia sentir que estaba viva, que tenía sentimientos, que podía sentir... 
Pensó durante unos segundos pero no podía, no podía pensar con claridad. Las lágrimas, el caos en su cabeza, las voces... esas voces que había acallado pero que de vez en cuando danzaban por su cabeza sin control. Siempre hacia un esfuerzo sobre humano por callarlas y volver a encerrarlas... pero está vez no lo hizo. Ya había tenido suficiente... estaba cansada, agotada... Física y mentalmente 
¿Qué más daba lo que pensaran los demás? Ella siempre había sido una muñeca inestable, una persona mentalmente desorientada movida por el viento. Cerró los ojos unos segundos y respiró profundamente. Se había acabado... No podía seguir con eso, había tenido suficiente. Cerró los ojos y simplemente dejo que todo explotara. Dejo las puertas abiertas y dejo de luchar.


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